Estamos en un momento en el que acceder a información sobre el trasplante capilar es muy sencillo. La tienes a un clic. Y es muy fácil ver anuncios de clínicas, vídeos colaboración de famosos o influencers o artículos en prensa o televisión hablando sobre la clínica X o la técnica Y.
Pero, aunque parezca que esta cantidad de información es positiva, la mayor parte de la que encuentras está sesgada o cargada de intenciones de engañarte y/o de darte solo un parte de la información.
Es indiscutible que el tratamiento de una alopecia androgénica influye directamente en el resultado de un trasplante capilar. No solo vamos a poder estabilizar la alopecia que afecta a nuestro cabello nativo, sino que podemos recuperar parte de ese pelo y mejorar los folículos que se van a extraer de la zona donante y usarlos para volver a tener pelo en las zonas donde lo hemos perdido.
Os lo explico con un CASO REAL de un paciente que ya se ha hecho un trasplante capilar.
El doctor acude a una clínica y el doctor que lo va a operar, le pone tratamiento anticaída durante un año. Tratamiento oral, el más efectivo, y a esperar a ver cómo le va.
El cambio que el paciente experimenta durante ese año es increíble. No solo mejora su zona receptora sino también la zona donante.
Tras este cambio en el color, textura y vitalidad del pelo, se fija fecha de cirugía y ¡voilà! 12 meses después, el paciente ha dado un giro de 180º y su pelo parece el de otra persona.
Todo esto es posible siempre y cuando acudas a una buena clínica donde encuentres a un profesional preocupado por tu salud capilar y que no vea en ti a una "cartera con patas".